Finalizó el taller de Mandalas.
La intención de este taller era la de inspirar de manera que cada uno encontrara sus propios Mandalas, despertar a los Mandalas que viven dentro de cada uno de nosotros y hacerlos crecer.
Al pintar Mandalas hacemos que el instinto creador que llevamos dentro, salga de su letargo y nos muestre el camino hacia nuestra propia naturaleza.
Al pintar Mandalas estamos realizando un trabajo lúdico-terapéutico que nos permite armonizar nuestro mundo exterior con el interior.
Al final del trabajo dejamos que el Mandala «nos hable» y es lo que termina de dar sentido a lo que acabamos de hacer, que en definitiva es encontrarse y pasar momentos con uno mismo.
Gracias a los que han participado en el taller.
Gracias por su presencia, su entrega, sus ganas de aprender…gracias a «sus niños interiores» que los han guiado para sorprenderse, para explorar, para reir y llorar…
Os dejo una muestra de los trabajos, de estos «Cuadros Mágicos» que tantas emociones nos han mostrado.